Situada en el corazón del centro comercial de Santos, la Bolsa Oficial de Café ni siempre ocupó el edificio que la tornó famosa.

Creada por un decreto federal, la Bolsa empezó a funcionar en 1917, como un pequeño departamento, en un edificio situado en la Calle XV de Novembro con la Calle do Comércio.

Se puede percibir por las fotos que el edificio no ostentaba el lujo y la grandiosidad de la construcción que conocemos hoy, inaugurado en 1922. Sus salas eran bastantes funcionales y poco diferían del ambiente interno de una oficina de una comisaría o exportadora de la época.

Las funciones de la Bolsa ya estaban siendo desempeñadas en el espacio donde estaba asignada, lo que necesitaba era apenas una sede propia para su funcionamiento. Pero, entonces, ¿Por qué tanta opulencia en el proyecto del edificio?

Dos suposiciones son viables para entender el contexto histórico de la edificación del Palacio de la Bolsa de Café, que de alguna forma se completan. Una de las hipótesis es que había algún tiempo la elite cafetalera paulista intentaba firmarse como constructora de la nación con otras provincias, como Rio de Janeiro, Minas Gerais y Bahia. Mientras, São Paulo era una provincia de riqueza reciente. Fue desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando el café empezó a ser producido en las regiones de Campinas e Itu, que se inició la formación de una burguesía con deseos para con su historia. Para eso, se construyó la figura del Bandeirante como héroe, legitimando la participación de los paulistas en la constitución y consolidación del territorio nacional.

Espaços para locação

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Antigo Salão do Pregão, 1919. Fonte: São Paulo Moderno

Antigo Salão do Pregão, 1919. Fonte: São Paulo Moderno

Espaços para locação

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Fachada da Bolsa Oficial de Café

Fachada da Bolsa Oficial de Café

[...] esta inauguración tiene una significación [...] amplia. No representa apenas la prosperidad material de una civilización embrionaria, como la de entonces. La inauguración de este edificio testifica la importancia y la prosperidad de la primera Provincia de la Unión, la grandeza de su agricultura inteligentemente organizada, de sus bien distribuidas vías de comunicación, de sus industrias y de su comercio. Testifica la bella administración de la Provincia de São Paulo, la alta concepción del poder legislativo de la Provincia y de su Gobierno, reglamentando, organizando y providenciando los medios para tornar esta institución útil a la Provincia y a todos que se dedican al comercio del café. Testifica su grande prosperidad y grado de civilización a que alcanzó [...]

(JUNQUEIRA, 1922)

Ese trecho demuestra que la riqueza de la Provincia de São Paulo, concretada por el grupo social que exigía ser la palanca del progreso brasileño, se revelaba en la conmemoración que firma y fija su poderío en la historia brasileña con un monumento: la Bolsa Oficial de Café.

La segunda hipótesis serían las conmemoraciones para el Centenario de la Independencia de Brasil, en 1922. En todo el país, surgían programaciones y grandes obras que harían parte del evento, planeadas con dos, tres y hasta seis años de antecedencia. En Santos no podía ser diferente. Puerta de salida de la mayor riqueza de São Paulo a la época, mucho empeño fue colocado para que la fecha fuese debidamente fijada como un hito en la historia.

El Palacio de la Bolsa Oficial de Café, inaugurado en 1922, tenía la opulencia y fuerza de la elite cafetalera paulista. La sala de los pregones públicos, majestuosa e imponente - aún más se comparada a la utilizada en el edificio anteriormente ocupado -, contó con un conjunto de obras idealizadas y ejecutadas por el pintor Benedicto Calixto: el tríptico con la posible escena de lectura del foral de la Vila de Santos por Brás Cubas; la idealización de la Vila de Santos en 1822, según estudios del artista con base en fotos y documentos, y la situación de la ciudad en 1922. Además de esas tres obras, el conjunto cuenta con el vitral que también establece relaciones con ésos tres momentos de la Historia de Brasil, a través de signos y símbolos de la mitología brasileña y greco-romana. Ese complejo y denso conjunto de informaciones se junta a diversos otros símbolos masones, como la estrella de seis puntas en el centro del piso del pregón o la organización del conjunto de sillas y columnas.r3

Ese conjunto de símbolos sonaba como un recado para el restante de Brasil a la época, que puede ser identificado también en trechos del discurso proferido por el presidente de la Bolsa en la ocasión, Gabriel Orlando Junqueira: